Los políticos e Internet o el tuenti del Rey

 El pasado lunes 26 de abril, en la clase magistral de Comunicación y Participación Ciudadana en la Red, los que fuimos vimos la multitud de inimaginables y originales usos que le dan los políticos a Internet y a las redes sociales. Exceptuando Barack Obama, al que parece que le salió bien el invento y que sigue utilizando su perfil de Facebook para recuperar la popularidad perdida y, por qué no, lanzar alguna que otra puya a sus rivales. Por lo que se ve, esto en EE. UU. parece que tiene tirón, así que decidí otear un poco el panorama político español en las redes sociales. Nuestros políticos también echan mano del Facebook para ganar votantes, perdón, quería decir «amigos», pero no les va demasiado bien, ya sea por que no ponen mucho de su parte o porque, como es habitual en nuestro país, se ha utilizado estas plataformas en línea para insultar y descalificar al político de turno, como ha sucedido con el alcalde de Barcelona . También se han producido incidentes políticos al ser eliminados perfiles auténticos de alguno, en este caso alguna, de éstos.

 Sin embargo lo que me ha llamado la atención, que no sorprendido, es la abundancia de perfiles falsos de políticos que circulan por redes sociales como Tuenti, en la que hasta hace unos meses podíamos encontrar a un «Barack Obama» que tenía en su lista de amigos a Francisco Franco, aunque la verdad es que no los imagino juntos en una de esas típicas fotos de botellones que suelen colgar en los perfiles. Así pues lo de los perfiles falsos de políticos suelen ir con bastante sorna con lo que nos encontramos con varios perfiles en tuenti de Don Juan Carlos, en los que figuran en el apartado «empresa» la Corona y o La Zarzuela.

 En conclusión, a esto de los políticos e Internet no sé yo si va dar resultados, por lo menos por ahora, habrá que darle tiempo, aunque yo de momento voy a enviar una petición de amistad a Su Majestad, a ver si hay suerte y me invita un día a palacio…

 

Economía sumergida y rock & roll

 Este puente de mayo se ha celebrado la XIV edición del festival de música Viñarock en Villarobledo (Albacete) y he acudido junto a unos amigos. Pues bien, imagínense queridos lectores (si los hubiere) un recinto ferial en el que están alojados los escenarios destinados a los conciertos, acotado por una valla protectora y rodeado por un océano de tiendas de campaña, en su mayoría clónicas, quien haya estado lo sabe, donde se alberga la gran cantidad de asistentes a este festival. Este evento musical supone una verdadera revolución para este apacible pueblo manchego, y una increíble inyección de dinero para la localidad en conceptos de ventas de entradas, ingresos de hostelería… pero donde realmente se mueve el peculio es en el ingente número de casetas, puestos y demás parafernalia que se organiza en los alrededores, y todo libre de impuestos. Cuando paseamos por las calles vemos que los villarobledenses han transformado los patios y garajes de sus casas en improvisados chiringuitos en los que por precios relativamente bajos, sobre todo si los comparamos con los prohibitivos precios del interior del recinto, uno puede avituallarse de lo que crea necesario, por general alcohol y sin demasiadas pretensiones por su calidad, no encontré ningún puesto que me vendiera Chivas Regal, qué le vamos a hacer. Pero del Viñarock no sólo viven los autóctonos, existe una caravana de comerciantes que establecen sus tenderetes  inmediaciones de las zonas de acampada y “hacen su agosto” , pese a estar en mayo, ofreciendo prácticamente los mismos productos que se venden en el pueblo, a los que se añade el hielo, éxito de ventas (el calimocho caliente sabe muy mal), y de vez en cuando alguna sustancia alucinógena. Todo este tinglado comercial, muestra de la genuina picaresca y “gitanismo” españoles, es un poderoso engranaje económico que más quisieran muchos griegos, en el que podemos ver ejemplos de modelos macroeconómicos a pesar de sus reducidas dimensiones. Así pues, encontramos ejemplos de ejercicio de poder de monopolio con productos como las patatas fritas: un único puesto y miles de potenciales clientes dispuestos a pagar hasta cinco euros por un simple bote, lo sé de primera mano; eso si que es monopolio y no lo de Apple.

 En definitiva, aplicando un poco de “gitanismo” y dotes económicas, quien no sale de la crisis es porque no quiere.

La prensa de hoy

Cada vez que leo la prensa generalista me resulta irónico que se acompañe con ese adjetivo, sobre todo en los tiempos que corren. Con esto de la crisis, la ya de por sí particular vida política española vive momentos de ajetreo y acusaciones entre unos y otros de qué se debe o no se debe hacer. Pues bien, la prensa no va a ser para menos y los periódicos «serios» están mostrando una cierta tendencia al amarillismo preocupante, además lo de generalista me suena un poco a chiste cuando cada vez los medios se sectarizan más y su línea editorial se modera menos. No hay que indagar demasiado para encontrar ejemplos de esta «radicalización» de los periódicos; he elegido el controvertido tema de los toros y cómo se trata la polémica sobre la intención de abolir los toros en Cataluña en periódicos de tirada nacional de línea editorial opuesta: el ABC (conservador y monárquico) y el diario Público (progresista y en la línea del Gobierno actual). Pues bien, mientras que en el ABC defienden la «Fiesta Nacional» como bien cultural, incluso ha redactado un manifiesto en su favor, Público se muestra disconforme con esa visión de la tauromaquia como cultura y ofrecen fotografías de festejos con toros de por medio tituladas «Animales contra toros» o estadísticas (véase «Bien de interés cultural sin interés»)  que dejan en bastante mal lugar a las corridas de toros en España. A esta manera de tratar la actualidad se suman las columnas de opinión donde las plumas , o más bien los teclados, se convierten en artillería pesada. Sinceramente, a mí eso de los toros me es bastante indiferente, yo soy futbolero, lo que me preocupa realmente es que la prensa promueva  tanto la confrontación «ideológica», para que nos vamos a engañar, las ideologías murieron hace mucho tiempo, creando polémica y derramando ríos de tinta sobre temas que sí, son importantes, pero que pierden trascendencia si los comparamos con los males que acucian actualmente a nuestro país, como la crisis económica o la situación de Grecia (cuando las barbas de tu vecino veas cortar…), y que no sirven más que para aumentar la crispación en vez de favorecer el diálogo democrático. En resumidas cuentas, señores de la prensa de uno y otro lado, me parece muy bien que tengan su propia línea editorial, es más, es bueno para la Democracia, pero no se excedan, sean más moderados, que ya tenemos bastantes problemas para  que vengan a meter el dedo en la llaga.

¿Por la boca muere el pez, o el político, cómo era?

Leo la  noticia del desliz cometido por Gordon Brown, candidato laborista para las elecciones generales del Reino Unido, y me pregunto ¿no se cansan los políticos de meter la pata? O por lo menos que se acuerden de apagar el micrófono, digo yo. Pues bien, el caso es que el susodicho político británico durante un baño de masas típico de esas fechas ha mantenido un coloquio con una viuda de 66 años, Gillian Duffy, que a pesar de ser votante laborista le ha recriminado sobre  algunos aspectos espinosos como la inmigración o el gasto público. Nada que no se pueda curar con sonrisas electorales y una educada respuesta. Hasta ahí todo bien, la polémica ha llegado a la hora de subir al coche oficial, cuando Brown ha tildado de «intolerante» (bigoted en el habla coloquial de la lengua de Shakespeare) a la señora Duffy con el micrófono abierto. El resto es una larga lista de «sinceras» y «profundas» disculpas como respuesta del candidato ante el revuelo mediático con el fin de intentar salvar la campaña. Pero no pensemos que esto ha sido un caso aislado porque mucho me temo que los «picos de oro» son un mal endémico de todos los políticos; se podría escribir un libro sólo con gazapos de los políticos españoles, a las pruebas me remito . Aunque otros, tan «particulares» como Vladimir Putin superan a los nuestros sobradamente con declaraciones como esta que hizo en su visita a Israel en 2006: «Transmitan mis saludos a su presidente. ¡Vaya machote! Violar a una decena de mujeres. No lo esperaba de él. Nos ha sorprendido a todos. Le tenemos envidia”. Sin comentarios.

 En fin, la conclusión que saco yo de esta antología de las meteduras de pata es que el «carisma» real de los políticos en realidad consiste en saber salir por la tangente o saber cuándo se ha de estar callado. Y si eso es mucho pedir, por favor, sean discretos y acuérdense de cerrar el micro.

Presentación

 Bienvenidos al blog sobre Periodismo donde dije digo, digo Diego, un blog que tratará los más diversos temas desde un enfoque periodístico, o eso intentaré, y en el que también tendrán sitio digresiones acerca de Comunicación y Participación Ciudadana en la Red. No sólo esto, sino que, en honor a su nombre, este blog intentará destapar algunos gazapos de la prensa «seria» a través del contraste y la investigación.